El Gran Premio de China 2025, celebrado en el Circuito Internacional de Shanghái, ofreció una carrera emocionante y polémica. Oscar Piastri, piloto de McLaren, logró una victoria dominante tras partir desde la pole position, demostrando el impresionante rendimiento del equipo británico en este inicio de temporada.

Desde la primera vuelta, Piastri impuso un ritmo imparable, manteniendo la distancia con su compañero de equipo, Lando Norris, quien cruzó la meta en segunda posición, asegurando un histórico doblete para McLaren. La última vez que la escudería logró un resultado así fue en la temporada 2012.

El piloto británico George Russell, de Mercedes, completó el podio en tercer lugar, tras una sólida actuación en la que supo gestionar bien sus neumáticos y aprovechar los incidentes en pista. Sin embargo, la carrera estuvo marcada por decisiones de los comisarios que cambiarían drásticamente el resultado final.

Descalificaciones inesperadas que alteraron la clasificación

Si bien la victoria de Piastri quedó fuera de toda duda, la polémica surgió tras la revisión técnica de varios monoplazas. Los comisarios de la FIA encontraron irregularidades en los coches de Charles Leclerc (Ferrari), Pierre Gasly (Alpine) y Lewis Hamilton (Mercedes), lo que llevó a su descalificación.

Leclerc y Gasly fueron sancionados por no cumplir con el peso mínimo reglamentario, ya que sus monoplazas pesaban 799 kg, un kilogramo por debajo del límite exigido. Por su parte, Hamilton fue descalificado porque el bloque protector inferior de su coche no tenía el grosor mínimo requerido, lo que suponía una posible ventaja aerodinámica en ciertas zonas del circuito.

Estas sanciones beneficiaron a varios pilotos, como Carlos Sainz, quien ascendió al décimo puesto y sumó un punto crucial para el campeonato. También Lance Stroll (Aston Martin) vio mejorada su posición, subiendo al noveno lugar.

La controversia no tardó en llegar, con Ferrari y Alpine protestando la decisión, aunque finalmente aceptaron el fallo. La FIA reafirmó su postura de aplicar rigurosamente el reglamento técnico para evitar cualquier tipo de ventaja desleal.

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